
Treinta por ciento de humedad. Probable lluvia.
La punta nórdica de Francia es marroquí.
Un boliviano escribe versos en su cuerpo.
Cierra la puerta. Avanza por la acera gris.
El pan está a veinte centavos.
Dos gatos. Siempre los gatos y un anciano en el umbral.
Ojos azules es por la Argelia en que mató
pelo nublado le pregunta
al transeúnte: Vous n’avez pas une cigarette?
Sesenta y cinco de humedad. Lluvia inminente
La punta nórdica de Francia es de marroquí.
Un boliviano escribe versos en su cuerpo.
Anda de prisa. Avanza por la acera gris.
El pan está a veinte centavos.
Tres gatos. Siempre los gatos y un anciano en el umbral.
Ojos azules es por loción con gusto a vodka
pelo nublado le pregunta
al transeúnte: Vous n’avez pas une cigarrete?
Se ha reducido la humedad. Hoy no habrá lluvia.
La punta nórdica de Francia es marroquí.
Un boliviano escribe versos en su cuerpo.
Canta. Avanza por la acera gris.
El pan está al precio del plátano.
Un pájaro. Y casi nunca ningún pájaro y anciano.
Ojos azules por ser cómplice del vuelo
pelo nublado le pregunta
al transeúnte: Vous n’avez pas une cigarrete?
Noventa y ocho de humedad. Tormenta.
La punta nórdica de Francia es marroquí.
Un boliviano ve partir todos los versos de su cuerpo.
La acera avanza diluyendo las palabras.
Tabaco y hojas para armar.
Un triste. Hoy hay un triste y un anciano.
Ojos azules porque un deslavado para
el transeúnte abre la mano
y le pregunta ¿lo fuma solo o junto a mí?
Pelo nublado se evapora en el umbral.
Cierra la puerta.
El pan está a veinte centavos.
Y casi nunca ningún pájaro que suelte
Tabaco y hojas para armar.
-Eloísa de la Parra